Artemisa
HECHIZO - Calabaza dulce, Canela aromática y Nuez moscada
HECHIZO - Calabaza dulce, Canela aromática y Nuez moscada
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El aire fresco anuncia el cambio de estación mientras la cocina se llena de aromas cálidos.
Sobre la mesa, Calabazas dulces esperan su magia: un toque de canela que despierta recuerdos, nuez moscada que perfuma el ambiente y el dulce abrazo de una tarde dorada.
La vela Hechizo evoca el ritual de encender el hogar, arropándonos en la nostalgia y el misterio de las tardes de otoño.



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Detalles
Al ser un recipiente hecho a mano, cada vela es una pieza única. Los tonos pueden diferir ligeramente de las imágenes, reflejando la belleza natural de lo artesanal.
Nuestras velas nacen de materias primas nobles, vegetales y sostenibles, cuidadosamente seleccionadas para honrar la naturaleza y sus ciclos.
Cada una está elaborada con intención, buscando ofrecerte un producto puro, saludable y respetuoso con el entorno.
Su cera 100% vegetal de soja, biodegradable y libre de modificación genética, su aroma envolvente y su energía sutil las convierten en aliadas para tus rituales cotidianos, acompañándote en momentos de presencia, calma o transformación.
Aportan no solo luz, sino también conexión, belleza y sentido.
Inspiradas en la alquimia de los elementos y la perfumería botánica, sus esencias han sido creadas con sensibilidad para despertar emociones, guiar el descanso y sostener espacios donde puedas recordar quién eres.
Duración aproximada 30 horas.
Medidas: 7,5 cm diametro x 7,5 cm alto.
Cuidado y Ritual
La primera vez que enciendas tu vela, permite que la cera se derrita por completo hasta los bordes.
Este primer encendido es esencial: si lo interrumpes antes de tiempo, la vela recordará ese borde estrecho y solo quemará dentro de él, creando un túnel que apaga su magia.
Déjala arder con calma, hasta que toda su superficie se transforme en lago.
Así, su energía podrá fluir libremente en cada encendido.
Antes de volver a encenderla, recuerda recortar la mecha a unos 5 mm.
Este pequeño gesto permite una llama limpia, serena y duradera.
Evita que la cera se consuma por completo: cuando el recipiente esté casi vacío, agradece su luz y apágala.
Hazlo con un apagavelas, sin soplar. Honra su fuego sin romper su quietud.
Cada llama que enciendes es un acto de intención.
Hazlo como un ritual.
Huele a otoño
Todo perfecto, muy recomendable, nos encanta